Qué estudiar para aprobar un B2 de inglés

Si estás buscando dar un gran salto en tu carrera o simplemente deseas abrirte a un mundo de oportunidades internacionales, alcanzar un nivel B2 de inglés puede ser la llave que necesitas. En este recorrido para dominar la lengua de Shakespeare, es fundamental saber qué estudiar para aprobar un examen de inglés B2, un nivel que te permitirá comunicarte con fluidez y eficacia en una gran variedad de contextos. A continuación, desglosamos los aspectos clave que debes considerar en tu plan de estudios.

Índice de contenidos
  1. Conoce la Estructura del Examen B2
  2. Amplía tu Vocabulario y Conocimientos Gramaticales
  3. Practica las Cuatro Habilidades Lingüísticas
  4. Utiliza Recursos Adaptados a tu Estilo de Aprendizaje
  5. Establece un Plan de Estudio Consistente

Conoce la Estructura del Examen B2

Antes de sumergirte de lleno en los libros, es crucial entender la estructura y los componentes del examen B2. Un examen típico de inglés de nivel B2 evalúa cuatro habilidades lingüísticas: comprensión lectora, comprensión auditiva, expresión escrita y expresión oral. Familiarízate con el formato de cada sección y los tipos de tareas que se presentarán. Esto te permitirá centrar tus esfuerzos en las áreas correctas y te ayudará a gestionar mejor tu tiempo durante el examen.

Además, es importante que practiques con exámenes de años anteriores o muestras proporcionadas por los organismos oficiales. Así, te acostumbrarás a las preguntas tipo y podrás identificar tus puntos fuertes y aquellos en los que necesitas mejorar.

Amplía tu Vocabulario y Conocimientos Gramaticales

Para aprobar un B2, debes tener un amplio conocimiento de vocabulario y gramática. Incorpóralos en tu estudio diario e intenta aprender palabras y expresiones en contextos reales. Usa tarjetas de vocabulario, aplicaciones y listas de palabras recomendadas para el nivel B2. La gramática es igualmente importante; asegúrate de comprender y poder aplicar estructuras gramaticales complejas, como los tiempos verbales, el uso de modales y las oraciones condicionales.

Un enfoque efectivo es estudiar y practicar cada punto gramatical en profundidad hasta que te sientas cómodo utilizándolo tanto en la escritura como en la conversación.

Practica las Cuatro Habilidades Lingüísticas

No hay manera de evitarlo: para aprobar un B2 necesitas practicar, practicar y luego practicar un poco más. Dedica tiempo a leer en inglés artículos, libros y revistas que cubran una variedad de temas. Escucha podcasts, música y programas en inglés para mejorar tu comprensión auditiva, y no olvides practicar la escritura redactando ensayos, correos electrónicos y reseñas. Por último, busca oportunidades para conversar con hablantes nativos o participa en grupos de intercambio de idiomas para perfeccionar tus habilidades orales.

Recuerda que cada habilidad refuerza a la otra. Por ejemplo, leer en inglés no solo ayuda con tu comprensión lectora, sino que también enriquece tu vocabulario y te proporciona modelos para tu expresión escrita.

Utiliza Recursos Adaptados a tu Estilo de Aprendizaje

¿Eres un aprendiz visual, auditivo o cinestésico? Identificar tu estilo de aprendizaje puede maximizar la eficacia de tus sesiones de estudio. Utiliza recursos que se alineen con tu forma preferida de aprender. Por ejemplo, si aprendes mejor visualmente, complementa tu estudio con infografías, videos y mapas mentales. Los recursos en línea, como aplicaciones y plataformas de cursos, ofrecen una variedad de herramientas adaptadas a diferentes estilos de aprendizaje.

Además, no subestimes la importancia de los cursos de preparación específicos para el examen B2. Estos cursos están diseñados para cubrir todos los aspectos del examen y suelen ofrecer estrategias para abordar con éxito cada sección.

Establece un Plan de Estudio Consistente

Finalmente, la consistencia es clave. Establece un plan de estudio que te permita trabajar en inglés regularmente, preferiblemente todos los días. Divide tus sesiones de estudio en segmentos enfocados en áreas específicas, como vocabulario, gramática, lectura, etc. Incluye revisiones periódicas en tu plan para asegurarte de que retienes lo aprendido a largo plazo.

Además, establece objetivos realistas y alcanzables que te motiven a seguir adelante. Puedes usar aplicaciones de seguimiento de hábitos o calendarios para monitorizar tu progreso. Y no olvides incluir descansos y recompensas en tu plan, ya que el descanso también es parte del aprendizaje.

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